El estado del cine peruano: inicios, supervivencia y aires de cambio

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El cine peruano sigue firme en su camino por convertirse en una industria que cada vez pueda dar más cobijo al talento que emerge en un país repleto de cultura. La riqueza de los territorios que componen esta nación sudamericana necesita del impulso audiovisual para potenciarse a sí misma. Durante el 26 Festival de Málaga tuvimos ocasión de hablar con un nutrido grupo de mujeres que luchan, desde diferentes perspectivas, por dar voz y vida al séptimo arte en Perú.

La experiencia de Delia Ackerman y Sonaly Tuesta

Sonaly Tuesta es una comunicadora muy conocida en Perú. Su experiencia vital le ha servido para iniciar un proyecto documental de marcado carácter social que se llama Misión Kipi:

“Es la historia de una robot que fue creada por un profesor en la sierra de Perú en medio de la pandemia. El objetivo es llevar a la robot a diferentes comunidades para que los niños sigan aprendiendo y tengan un poco de alegría. Esa es la historia de Walter y de Kipi como una herramienta educativa. Desde la ruralidad y el campo se puede generar innovación. El profesor es un tipo que está ligado desde hace mucho tiempo a la ciencia y la tecnología”.

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Delia Ackerman es una periodista, productora y directora de documentales peruana que también cuenta con un reconocido prestigio tanto dentro como fuera de las fronteras peruanas. La limeña presentó en Málaga su documental, Hatun Phaqcha: tierra sana y con esta película, ganadora de la Biznaga de Plata en la sección Cinema Cocina , pretende destacar el potencial nutritivo de los alimentos nativos del Perú, la importancia de su herencia cultural y la necesidad de asegurar su supervivencia.

“Tenemos la mayor cantidad de ecosistemas del mundo pero hay que hacer mucho todavía para protegerlos. Estas comunidades no están preparadas para el cambio climático. El planeta es uno y tenemos que protegerlo”.

Proyectos jóvenes que dan voz a Perú

La cusqueña Sadeli Nina presentó un proyecto de ficción se llama Ukhu:

“Mi proyecto de ficción se llama Ukhu. Es una palabra quechua que significa dentro o profundo. Nos cuenta la historia de Teo, un niño de 8 años que se dedica a limpiar tumbas en el cementerio más antiguo de Cusco (data de 1850). Esta historia nace de cuando yo era pequeña y visitaba a mis familiares en el cementerio. Siempre me cuestionaba que había detrás de todo esto para que estuviesen obligados a trabajar ahí. Teo viene de una familia complicada y encuentra paz y una salida en este cementerio”.

Por otro lado, Jimena Calderón se adentra en el universo de una adolescente con Catorce:

“Mi proyecto, que está en la tercera versión del guion, se llama 14 y narra la historia de una adolescente de 14 años que desafiando las reglas de su madre y rompiendo su timidez decide acudir a un taller de teatro en el que hace amigos y conoce a un chico y se enamora por primera vez. El proyecto está ubicado en una ciudad del Norte de Perú que se llama Lambayeque. En esta ciudad tenemos un paseo de musas griegas que no tiene nada que ver con el Perú. A mí por ejemplo en este paseo me han ocurrido muchas cosas. Me dieron mi primer beso, me robaron el celular por primera vez, es algo muy surrealista. Son quizás señales de una ciudad que tiene problemas de identidad. Me gusta pensar en la protagonista como una ciudad que se está descubriendo a sí misma”.

Gloria de Sairah Josefina Choque es un proyecto que ahonda en el sufrimiento tras un abuso:

“Es un proyecto indígena hecho en quechua. Yo soy guionista y productora del proyecto. Se trata de un largometraje de ficción dramática que lleva cambiando desde hace 7 años. En Gloria relatamos el sufrimiento de una mujer indígena que es abusada sexualmente por autoridades que deberían brindarnos protección y apoyo pero abusan de su poder”.

La búsqueda de financiación: un problema que se acentúa en el cine peruano

En un entorno donde la búsqueda de financiación ya representa un desafío en mercados más consolidados como el europeo, las dificultades para asegurar el financiamiento de proyectos cinematográficos en el contexto peruano son aún más evidentes. En esta entrevista, las protagonistas peruanas de este reportaje compartieron sus perspectivas sobre los obstáculos que enfrentan al buscar inversión para llevar a cabo sus proyectos:

Sonaly Tuesta enfatizó la complejidad de obtener financiación para su película documental y cómo el género influye en esta lucha:

“Nosotros tenemos un problema de género en el país y por eso es una robot. La idea de la película es conseguir donaciones para que el propio profesor pueda continuar desarrollando sus proyectos. Todavía nos falta una parte del rodaje. Estamos en fase de producción y he venido a Málaga para intentar buscar productor y alianzas de otro tipo que me permitan financiar la postproducción”.

“Es muy complicado porque tenemos solo al Ministerio de Cultura que es el organismo estatal que da la financiación. Todos los creadores postulamos a eso y hay que ingeniárselas para lograr financiar muchas de las películas. Hay muy pocas empresas privadas que apuestan por el audiovisual. Tienes que buscar un impacto en la sociedad para optar a determinadas ayudas”.

Sadeli Nina destacó la dependencia del cine peruano de los fondos públicos y cómo el cine independiente enfrenta desafíos adicionales:

“El cine peruano depende mucho de los fondos públicos porque es la caja desde la que podemos financiarnos. El apoyo del sector privado es mucho más bajo. Al producto independiente siempre lo relegan un poco. Estamos tratando de que se logren algunos contratos también con el sector privado. Creo que en unos diez años vamos a contar con una industria más sólida que nos permita incluso exportar películas”.

Jimena Calderón subrayó el papel fundamental que desempeña el amor propio en la financiación del cine peruano, así como las limitadas opciones lejos de Lima:

“Si ves algo tan difícil que te va a generar pocas o nulas ganancias no te arriesgas a dejar un trabajo estable para rodar una película. Quizás es trabajar por algo que solo te va a dar satisfacción personal y profesional. El cine peruano que muestra la costa está muy centrado en Lima. La mayoría de películas rodadas en la costa son limeñas. No se ha hablado mucho de las otras regiones y, por ejemplo, mi película Lambayeque, una ciudad costera. Me parece muy importante mostrar estas otras realidades de la costa de Perú.”.

Sairah Josefina Choque resaltó cómo ser mujer en la industria complica aún más la búsqueda de financiación y la importancia de encontrar coproducciones que faciliten la creación de películas:

“Solo tenemos el apoyo de DAFO y competimos entre todos. Siendo mujer se complica más. Ojalá que con el tiempo esto mejore porque somos muchas mujeres en este sector. Hemos venido a buscar una coproducción que nos ayude porque compartimos en Latinoamérica esa realidad de los lugares abandonados. No solo en Perú sino en otros lugares. Yo me siento feliz de traer un trozo de Perú a España para que se pueda ver lo triste que está el país en muchas ocasiones”.

Finalmente, Delia Ackerman compartió su experiencia de lucha y perseverancia en la financiación de su documental, destacando la dedicación y el esfuerzo del equipo involucrado en el proyecto:

“Es muy difícil financiar una película. Me tomó casi una década terminar el documental. Es un trabajo de equipo y de amor. Hay gente muy talentosa en Perú. Cuesta mucho pero es muy bonito ver cómo la gente al final se emociona”.

Estudiar cine es complicado en Perú

La decisión de estudiar cine se convierte en un desafío considerable para muchos jóvenes peruanos, ya que la carrera de Comunicación Audiovisual brilla por su ausencia en las universidades públicas, lo que obliga a la mayoría a recurrir a costosos estudios privados. Tanto Sadeli Nina como Jimena Calderón, compartieron sus perspectivas sobre esta situación y los desafíos que enfrentan en la industria cinematográfica de Perú:

Sadeli Nina, quien ha estudiado en una escuela privada en Lima, reflexionó sobre la falta de opciones públicas para formarse en cine y sobre los obstáculos que enfrentan las mujeres jóvenes en la industria:

“Desde el lado público ninguna Universidad ofrece la carrera de cine. Yo he tenido la suerte de contar con el apoyo económico de mi familia. Estudié en una escuela privada en Lima. Formar parte del sistema audiovisual en Perú es muy complicado porque es bastante machista. Ser mujer y ser joven hace que no te tomen en serio. Es una lucha constante para intentar que las mujeres tengamos más peso. Si nuestro trabajo está siendo valorado fuera pues de cierto modo hacemos ver que algo bueno estamos haciendo”.

Jimena Calderón, por su parte, compartió su experiencia de estudiar Comunicación Audiovisual en una institución privada y cómo el estímulo del taller de desarrollo de guion de DAFO le brindó la oportunidad de viajar a Málaga:

“Estudié Comunicación Audiovisual de forma privada. He postulado desde el taller que tiene DAFO de desarrollo de guion, en el que nación la versión más consolidada. Con este estímulo pude viajar aquí a Málaga. Si vas a regiones no solo hay poco apoyo, sino que la gente no está tan informada o motivada”.

La visión del Ministerio de Cultura de Perú y PromPerú

Para obtener una perspectiva complementaria a la de las cineastas peruanas previamente entrevistadas en este reportaje, hemos tenido el honor de conversar con dos destacadas figuras que desempeñan roles clave en el desarrollo de la cultura cinematográfica peruana: Carmen Julia García, Jefa de la Oficina de Estrategia de Imagen y Marca País, y Erika Chávez, Responsable de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) de Perú.

Erika Chávez destacó el avance significativo que ha experimentado la industria audiovisual en Perú en los últimos años:

“En Perú hemos avanzado. Antes se hacían tres películas y ahora se hacen más de 60 al año. Ya podemos entrar a una suerte de industria pero todavía falta porque ahora hay mayor interés de los jóvenes. La oferta aumenta en ideas, por lo que hay que ver cómo hacer que esas ideas se concreten en una película y no se pierdan en el camino. Desde el Ministerio de Cultura se está trabajando en el tema de las regiones. Nosotros somos un país muy diverso y generalmente está centralizado todo en Lima. Ahora hay ayudas especificas para mujeres, indígenas y otras zonas.  Nos falta lograr un ecosistema interesante que de beneficios al país”.

Además, Chávez señaló la falta de programas académicos públicos de cine en Perú:

“Es cierto que no hay carrera universitaria de cine. Tenemos unos escuela de cine que en tres años te puedes formar en dirección o dirección de fotografía, pero no es una carrera al uso. Estas opciones no son las más adecuadas.  Mucha gente con posibilidades económicas migra a estudiar y otros se van profesionalizando fuera del país. No tenemos una escuela pública en Perú. El Ministerio de Cultura a través de sus estímulos económicos trata de subsanar esas brechas y luego van escalando a otros estímulos que permiten pasar a procesos de desarrollo y laboratorios. Este es un plan anual que se convoca, con 23 líneas concursables, y que trata de llegar a todas las regiones. Mucha producción de cine se ha concentrado en Lima. La idea de esta nueva ley de cine es diversificar en las demás regiones de Perú. Tenemos mucha carencia de postulación de mujeres y nosotros queremos promover que las nuevas realizadoras que están tentadas por hacer cine puedan hacerlo aunque no tengan planes de formación.”.

Del mismo modo, también habló sobre las posibilidades a la hora de exhibir cine en ciertas regiones rurales que no tienen fácil acceso al mundo audivisual:

“Nosotros tenemos un estímulo para apoyar las salas alternativas que van complementando esa labor de distribución de estas películas que se llegan a producir. Aunque es cierto que no tenemos una cuota de pantalla, las cadenas comerciales no dan acceso a nuestras películas. Son pocas las cadenas y pocos los cines con salas especializadas técnicamente, la mayoría se concentran en la capital. Apoyamos esto con salas que se están ubicando en provincias. Están teniendo buena acogida por la población y de esa manera el consumo de cine se está ampliando. Esta ley concursable es nueva y nos está trayendo muchas satisfacciones. Quién decide, ahora mismo, lo que ve el espectador peruano son las cadenas comerciales”.

La llegada de una comisión fílmica en Perú podría ayudar a atraer más producciones a un país tremendamente rico en localizaciones:

“El estado peruano se ha sensibilizado para sentar las bases de una comisión fílmica para posicionar Perú. Nuestro país tiene una riqueza muy diversas y localizaciones espectaculares. Había una intención de rodar Paddington, ya que el oso es de origen peruano, pero no se pudo hacer porque no tenemos la comisión. Finalmente el rodaje se tuvo que ir a Colombia. Siempre digo que hacer cine en Perú es más meritorio porque con normas más precarias se hace a pesar de todo”.

PromPerú y su esfuerzo por promocionar el cine peruano

En nuestra conversación con Carmen Julia García, la líder de la Oficina de Estrategia de Imagen y Marca País, se destacó el enérgico impulso que organismos como PromPerú están brindando al cine peruano. García compartió su perspectiva:

“Los peruanos tenemos la característica de ser emprendedores y de sacar adelante los proyectos. A través del Ministerio de Cultura se están cimentando todas las políticas públicas necesarias para que el sector audiovisual pueda crecer mucho más. Desde PromPerú nos encargamos de la parte de promoción. Nuestra colaboración con DAFO se basa en lograr que haya más creaciones audiovisuales en Perú. Para eso nos dedicamos a la promoción del país como destino de localizaciones. Creo que hoy en día el audiovisual peruano está más consagrado que hace 10 años”.

Al igual que Erika Chávez, Carmen Julia García también reconoció la urgente necesidad de llevar el cine a las áreas más remotas, alejadas de las grandes ciudades:

“En realidad nosotros con PromPerú hemos armado cines rurales e itinerantes porque a veces es la única vía para que el pueblo rural acceda al cine. Creo que es cuestión de volvernos más creativos y de invitar a la población a participar desde desarrollo. Ahora mismo me has dado la idea, por ejemplo, de convertir espacios que están deshabitados en salas de exhibición. Puede ser un proyecto interesante”.

Además, se resaltó el valor del cine como medio para explorar y entender la riqueza de la cultura peruana:

“Creo que el cine es una forma de esparcir la cultura peruana que es tan diversa, variada y rica. Muchas veces pasa que la gente de la selva no puede conocer algunas costumbres de las ciudades de costa. Es una buena forma de trabajo y creo que vamos en buen camino para fortalecer este sector”.

Por último, se destacó la variedad de zonas climáticas en el territorio peruano y cómo PromPerú busca crear un sentido de identidad y orgullo en todos los peruanos:

“PromPerú tiene la marca País Perú y tratamos de que a nivel nacional se cree sentido de identidad, pertenencia y orgullo en Perú. Así lograremos que todos los peruanos conozcan la diversidad que tenemos. Ya no solo cultural sino también la biodiversidad. La cordillera de Los Andes hacen que se creen tres áreas muy diversas en clima. Son totalmente diferentes y si utilizamos el audiovisual como un medio para que el pueblo peruano conozca su país será bueno”.

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