Crítica de “La isla de Bergman”: luces y sombras del proceso creativo

Crítica de “La isla de Bergman”: luces y sombras del proceso creativo

“La isla de Bergman” es la nueva película de la directora Mia Hansen-Løve ha estrenado durante el 18 Festival de Sevilla. Nos encontramos ante un filme delicado en el que una pareja de guionistas viaja hasta la isla en la que Ingmar Bergman rodó gran parte de sus películas. En Fårö los dos protagonistas del filme irán encontrándose con las luces y las sombras de la creatividad para adentrarnos en un sendero que se adentra en el metacine.

La luminosidad de los paisajes pronto comienza a darnos una extraña sensación de hastío. El espectador pronto se acerca a la visión del personaje interpretado de forma sobresaliente por Vicky Krieps. La amplitud de cada paisaje hace “zoom in” para comprimir ideas y darnos muestras de que la historia que pretende desarrollar Chris solo necesita expandirse en su mente.

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Mientras Tony se centra en buscar inspiración a través del propio pasado de Bergman, Chris únicamente necesita ir observando su alrededor para componer un guion que se va generando a partir de su autoconocimiento. La ficción ya es la única vía para compensar las ausencias de su día a día. El poder de la imaginación para enladrillar un muro que resulte férreo ante los ataques de la experiencia.

La naturalidad de Mia Hansen-Løve

Aunque Tony siempre de esa imagen de guionista contrastado, su apoyo pronto será algo secundario para Chris. Ahora la protagonista imagina su propia historia mediante los ojos de la chica a la que encarna Mia Wasikowska. Dos historias que se mezclan y que nos intercambian el espacio temporal para sumergirnos en una película que avanza sinuosa y suave durante todo el metraje. La naturalidad de Mia Hansen-Løve para completar la narración de “La isla de Bergman” mediante la búsqueda de la identidad.

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“La isla de Bergman” se va componiendo a la par que lo hace la identidad de sus protagonistas. La consecución de un fin común entre el guion de Mia Hansen-Løve y el de Chris. La suavidad de un filme que marca las grietas a la hora de dar sentido a lo escrito. De la conexión entre autor y texto.

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