El director David Galán Galindo regresa a la gran pantalla y lo hace con su nueva película Matusalén. En esta ocasión, el cineasta abulense nos trae una comedia de temática universal en la que se explora la idea de envejecer, madurar y encontrar el equilibrio entre mantener tu identidad y enfrentar los desafíos que surgen a medida que te haces mayor.
El hip hop es protagonista
La historia gira en torno a “El Alber”, un rapero de 44 años interpretado de forma sobresaliente por Julián López que decide matricularse en la universidad por una apuesta con su padre. A lo largo de la trama, Matusalén explora cómo El Alber se enfrenta a la idea de dejar atrás su pasión por el rap y encontrar un nuevo propósito en su vida, mientras se reencuentra con el amor.
El hip hop está presente a lo largo de todo el filme y tanto la acertada banda sonora como la dirección de fotografía de la cinta, ejecutada por Jesús Haro, nos trasladan a un universo rapero de lo más atractivo. La película explora cómo “El Alber” lucha por mantener su identidad como rapero y su pasión por la música, incluso cuando se enfrenta a las presiones sociales y familiares para madurar y cambiar.
La química entre “El Alber” y Amaia (Miren Ibarguren), la profesora y locutora de radio, añade un toque romántico a la trama y es un elemento fundamental para el desarrollo de los personajes.
Crisis familiar
La familia también es otro de los temas que abarcan buena parte del metraje. El protagonista experimenta una transición importante en su vida cuando se muda de nuevo a la casa de sus padres y se compromete a aprobar su primer año de universidad como condición para quedarse.
No obstante, la historia presenta una crisis familiar cuando Albertito se ve obligado a mudarse de la casa de su abuelo, lo que lleva a la tensión y al cuestionamiento de su lugar familiar.
Un reparto juvenil acertado
La relación inicialmente fría de Alberto con sus compañeros de clase en la universidad destaca la dinámica de las relaciones interpersonales y cómo las percepciones pueden cambiar con el tiempo. Los personajes de Lucía de la Fuente, Jason Fernández y Elena de Lara generan situaciones de lo más divertidas, en muchas secuencias, y el contraste de edades potencia la comedia.
Gracias a diferentes situaciones dramáticas, Matusalén logra que sus partes de comedia generen más impacto en los espectadores. Situando al protagonista en situaciones extremas, de manera repentina se consiguen generar sorpresas en un público que pronto empatizará con alguno de los personajes y caminará, verso a verso, hacia un final que cierra de forma efectiva la película.