Con la llegada de febrero, la plataforma Filmin ha anunciado muchos de los contenidos que estrenarán durante estas semanas. Entre las producciones adquiridas se encuentra un documental, fraccionado en forma de miniserie, que no deja para nada indiferente. ‘El infiltrado’ nos habla de Corea del Norte (sí, otra no ficción que habla de esto), pero lo hace con una perspectiva increíblemente interesante.
El cineasta Mads Brügger ya sabe lo que es estar vetado en Corea del Norte. Su obra satírica ‘The Red Chapel’ no gustó a los políticos del lugar por el mensaje que la cinta transmitía. Ahora, unos años más tarde el director apuesta por el efecto de la cámara oculta para mostrarnos una historia impactante.
Una década en tensión
Es el chef Ulrich Larsen el hombre escogido para llevar a cabo una misión arriesgada. La de infiltrarse en una organización que apoya a la KFA presidida por Alejandro Cao de Benós. Será precisamente el representante cultural honorario de Corea del Norte la persona que va moviendo los ejes del documental sin darse cuenta. Mediante un montaje muy bien estructurado, con el paso de una década iremos conociendo a multitud de personajes que tienen incidencia en la trama que se desvela.
Incertidumbre que traspasa la pantalla
El documental va cogiendo impulso con el paso de los minutos y al término del primer episodio nos deja con un cliffhanger sobresaliente. Las dudas asaltan la cabeza de Larsen a la par que los espectadores quedarán asombrados con ciertas confesiones que se realizan. Casi sin darnos cuenta, en cada grabación estaremos analizando todos los movimientos y miradas como si nosotros también pudiésemos ser descubiertos.
La magia del cine es esa, crear sensaciones en el espectador. El género documental además tiene un efecto de realidad que en esta producción se acentúa. Parece que cada uno de los espectadores tenemos nuestro hueco en esas reuniones alrededor de mesas repletas de fruta, refrescos y pretensiones faraónicas sumergidas en dudas.
