Allá por noviembre de 2022, durante el Festival de Sevilla, pudimos tener una agradable charla con el director de cine Néstor Ruiz Medina y la actriz María Lázaro. Ahora, más de un año después, la película 21 Paraíso aterriza en la plataforma Filmin. Precisamente, durante aquella entrevista, Néstor y María nos comentaban que Filmin era uno de los mejores destinos que podría tener el filme:
María Lázaro: “estuvimos en el Atlántida Film Fest, que lo organizan desde Filmin, y ahí ya nos dimos cuenta de que la película es muy de esta plataforma. Queremos que en el futuro se pueda ver ahí también.”
¿Por qué se optó por rodar 21 Paraíso en 16mm con una Arri SR2 y Kodak 250D?
Néstor Ruiz Medina: “Fue una decisión de última hora. Íbamos a rodar la película con nuestros medios y de repente surgió de forma natural el rodarla en celuloide. Hablando con Marino, el director de fotografía, me di cuenta de que así sumaba. Si la hubiésemos rodado en digital la película no hubiese sido igual. Al final está hecha con planos secuencia únicos y en una toma”.
María Lázaro: “Hicimos las fotografías para los personajes en analógico. Viendo las fotos nos imaginamos el look de la película en ese rollo. También está el contraste de la pareja de vender lo moderno a pesar de que ellos viven de una forma muy rural, con su huerto y sus animales. Era como perfecto rodar en celuloide porque era ir a la base mezclándola con lo contemporáneo del tema que trata la película.”
Y precisamente hay mucho ahí de sentir la esencia de lo que es rodar sin tantos artificios…
Néstor Ruiz Medina: Sí, hay un sentimiento de volver a los orígenes y a la base. De olvidar tanta parafernalia y tanta cámara digital. Era volver al inicio para contar una historia sencilla con una cámara de cine que no tiene monitor externo para ir a la esencia de los dos personajes.
He podido leer que el guion de 21 Paraíso, sobre el que se trabajó el rodaje, solo contaba con diez páginas de extensión.
Néstor Ruiz Medina: “Hay un guion de diez páginas que son un poco las escenas que aparecen en la película. Las trabajamos durante meses porque estuvimos pensando las 21 escenas que iban a la película. Es un guion sin diálogos formado por situaciones. Todo está hecho en base a conocer a los personajes con improvisaciones”.
María Lázaro: No tiene el trabajo típico de sentarte a leer y estudiar un guion. Nosotros nos sentábamos para hablar quiénes eran Julia y Mateo. Hacíamos sesiones de improvisación para ir creando la historia. Iban cambiando los guiones hasta llegar a las cuatro o cinco versiones. La película no estaba cerrada y todo estaba vivo. Conforme íbamos conociendo a los protagonistas entendíamos cuáles eran los 21 momentos más importantes.
A lo largo de la película vemos que la pareja cuenta con dos puntos de vista diferenciados que evolucionan.
Néstor Ruiz Medina: “Es como una búsqueda de identidad. Empiezan en un punto y acaban perdidos. No saben lo que están haciendo realmente. Acaba la película y ninguno de los dos se ha encontrado. Están los dos siempre en una continua búsqueda. Al final es un poco el reflejo del ser humano”.
Aunque algo menos que antaño, el sexo sigue siendo tema tabú. 21 Paraíso resultará incómoda a mucha gente que sin embargo va a ver cine bélico y no se inmuta.
Néstor Ruiz Medina: “Hay gente que nos ha dicho que ha tenido que quitar la escena en la que sale el personaje de ella masturbándose. Les producía incomodidad y se supone que son gente con sexualidad abierta. Todavía hay muchos tabús que hay que plantearse. No tiene sentido que veas una matanza y te de igual pero de repente aparece una masturbación y la gente tenga que quitar la película. La naturalidad de parecer que ves algo real quizás incomode al parecer que estás viendo casi por una mirilla lo cotidiano.”
María Lázaro: “Es algo mucho más natural además. Todo el mundo se ha masturbado pero mucha menos gente ha matado a gente o ha estado en la guerra. Sin embargo nos causa menos impresión que muera gente que algo natural”.
Y 21 Paraíso también tiene mucho de ese afán por interesarnos por las vidas de los demás.
María Lázaro: “Al final lo comenta el personaje de Julia en la escena de la cena. Dice que la gente quiere ver la intimidad. Ella vende su intimidad y al final es lo que vende la película. Vende la intimidad de estos dos personajes como ellos la están vendiendo en las redes. Tiene ese paralelismo”.
Supongo que fue un rodaje en el que lo que iba surgiendo sobre la marcha también jugó un papel fundamental.
Néstor Ruiz Medina: “No tocamos ninguna de las escenas. Lo que hacíamos era ensayar el alrededor y los detonantes que nos llevaban a cada punto. Una vez que sucedía en rodaje se hacía y podíamos repetir como mucho dos o tres veces cada escena”. Preparábamos todo para que en esos momentos pasase.
María Lázaro: “Los ensayos eran sobre todo técnicos. El foquista si tenía que andar con el metro y todo estaba medido. De lo que pasaba en la escena no sabíamos nada e incluso había tomas que eran diferentes y ya de decidía en el montaje”.
