Selftape es el título de la tercera serie original de Filmin que se inicia con la vuelta de Mireia Vilapuig a Barcelona. Este regreso desencadena una serie de conflictos con su hermana Joana y revela secretos del pasado que les obligan a replantear sus vidas, su futuro profesional y su relación. Durante el 26 Festival de Málaga, hemos tenido oportunidad de charlar con Joana y Mireia para charlar sobre esta serie que podremos disfrutar en Filmin a partir del 4 de abril.
Al ver la serie me ha parecido que la trama acaba desencadenando en un propio selftape de vosotras mismas.
Mireia: Ha sido un proceso muy intenso. Escribirla, grabarla y luego todo lo que hay detrás. Son muchas cosas que han supuesto todo un viaje. Sí que es verdad que es un selftape toda la serie.
Joana: Me pasó ayer al estrenarla que sentí eso de que hay una parte muy personal, con los vídeos de archivo, que nunca habíamos presentado ni hecho algo tan personal. Ahora que la gente va viendo la serie van entrando un poco dentro de nuestra vida y eso es muy heavy.
Aunque pueda parecer que solo las personas afines al mundo de la interpretación puedan sentirse reflejadas en Selftape, nos encontramos ante una serie en las que muchos espectadores nos sentiremos identificados.
Mireia: Sí, queríamos hacer una serie que no solo estuviese enfocada a la interpretación. Seguro que mucha gente de la industria se sentirá conectada con la historia. Pero es muy guay cuando pasa esto, cuando hay gente que no es actor o actriz conecta. Hay algo muy humano, por lo que es un gran piropo.
Y creo que los vídeos de archivo nos sirven para descubrir nosotros mismos lo que es realidad y ficción.
Joana: Fue un momento en el que empezamos a buscar vídeos y a ver selftapes que nos habíamos grabado y en los que incluso discutíamos. Ahí vimos lo que era potente para la historia. Al final se trataba de lograr que alguien que no nos conozca de nada y empiece a ver Selftape vea los vídeos de archivo y sienta como ese morbo un poco de ir descubriendo lo que es verdad.
Mireia: Lo que más me emocionaba era ver esta dualidad entre lo naif y lo que es la infancia. Cuando estás viviendo una infancia normal y de repente hay un clic y entras en esto que es como oscuro y que de repente entra la industria y te cambia la vida. Oscuro y también con puntos de luz. Antes de empezar la serie hicimos un teaser para buscar financiación y era un montaje de todos los vídeos de archivo y se veía todo este cambio. Fue muy potente cuando de verdad vimos todo lo que habíamos vivido. Así pudimos ir a la raíz y contar la historia desde esa base.
¿Creéis que al final merece la pena sacrificar parte de nuestra infancia por cumplir un sueño?
Joana: Al final en todas las vidas hay veces que te planteas si esto te ha servido o si hubiese sido todo mejor si no hubiese pasado. Eso ya nunca lo vamos a saber, pero es verdad que viéndolo con distancia te das cuenta de muchas cosas. Hay momentos que piensas, ojalá haber sido una niña con una infancia normal.
Mireia: Pero a la vez somos unas privilegiadas. Hemos vivido cosas muy bonitas y otras no tanto. Todo tiene sus virtudes y sus defectos. Creo que lo que nos pasó nos distorsionó un poco la realidad de la infancia y el fracaso del éxito. Necesitas tener una base muy sólida para que después cuando pase el tiempo saber lo que quieres hacer con tu vida. No sentir que con 20 años estás fracasando. Por eso también escribimos Selftape, para mostrar esta realidad.
Y por fin habéis tenido la libertad de completar un rodaje como vosotras habéis querido, sin seguir otras pautas que quizás no eran afines a vuestra forma de ver las cosas.
Mireia: te sientes a veces un títere. Estás esperando que llegue un proyecto y de repente llega y a lo mejor lo que están contando no te gusta. Al final es tu cara y eres tú la que está allí y es difícil estar en un rodaje y que te estés sintiendo vulnerable.
Joana: al final tener un control también te permite estar en un rodaje en el que crear un ambiente más ideal con lo difícil que es. Siempre teniendo en cuenta que nosotras también nos equivocamos. Al final es construir un equipo y ver realmente lo que pasa detrás de las cámaras. Todo este proceso también ha sido muy intenso.
¿Cómo fue la labor de Bàrbara Farré a la hora de dirigir un proyecto tan personal como el vuestro?
Mireia: era muy difícil porque al final se encontraba con dos hermanas que eran las productoras, las protagonistas, las guionistas y Bárbara tenía un reto. En ese sentido lo hizo perfecto. Nunca nos preguntó si algo era realidad o ficción. Ella entendió Selftape desde un sitio muy humano, bonito y desde una sensibilidad muy especial. Creo que Selftape tiene esas dos caras. De repente tiene personajes que están interpretados desde la verdad y una parte más visual que está trabajado desde algo muy sensible y cuidado.
Selftape también habla de la poca protección que a veces tenéis las actrices y de que la fama está sobrevalorada.
Joana: es muy curioso porque lo de la fama yo ahora me siento como que ya lo he vivido y ahora ya está. Es muy curioso porque la gente te trata como si fueses su objeto. Te sacan fotos cuando estás en el tren o en el metro sin que tú les des permiso y te ven como una especie de objeto en vez de una persona.
Mireia: teníamos muy claro que queríamos hablar de eso porque no podíamos no hablarlo. El hecho de empezar tan jóvenes hace que te des cuenta de que has estado muy poco protegida en muchas situaciones y en muchos rodajes. Para nosotros era muy importante contar esta cara del mundo de la interpretación que de repente como mujer y como actriz en muchas ocasiones no estás protegida. Nosotras con Selftape queríamos hacer las cosas para que todo el mundo estuviese protegido y que todas las escenas de sexo tuviesen coordinación de intimidad. Te das cuenta de lo fuerte que es que esto haya aparecido ahora. Cuando hay escenas de lucha hay entrenadores, pero en las escenas de sexo es el director el que manda.
Y ver que fragmentos de una de vuestras películas puedan acabar en páginas porno es otro de los puntos que se intentan visibilizar en Selftape, con una de las secuencias más impactantes.
Joana: hablándolo con alguien me decía que es muy normal que como actriz acabes en una página porno. Eso es muy heavy y normal no es. Hay algo que tiene que cambiar. Darte cuenta de esto mientras haces la serie ha sido un proceso fuerte.
También creo que Selftape nos puede ayudar a ver que, gracias al audiovisual, se pueden sanar heridas y mejorar nuestra salud mental.
Joana: al final yo creo que se trata de aprovechar la cultura en general. A nosotras nos ha funcionado el formato serie y audiovisual, pero a lo mejor hay alguien que lo que necesita es pintar o bailar. Estamos en un momento en el que podemos expresarnos de cualquier forma y sin miedo.
Y contar con Filmin creo que ha sido un gran impulso para vosotras.
Mireia: Estamos muy agradecidas. Filmin ha apoyado nuestra labor con mucha libertad para poder hacer lo que realmente queríamos hacer, para nosotras es la mejor plataforma.
Joana: Era el sitio en el que queríamos estar. Nos dijeron que sí enseguida y fue increíble.