Isósceles es el título de la nueva película que Ignacio Nacho dirige y protagoniza junto a Mara Guil y Salva Reina. El filme pudo presentarse en el 25 Festival de Málaga y próximamente podrá verse en las salas de cine. El elenco del largometraje al completo nos atendió para comentarnos algunos de los aspectos más destacados de una cinta que reúne todos los elementos necesarios para hacer pasar un gran rato al espectador.
Algo que destaca de Isósceles es que se trata de la película con mayor ADN malagueño de todas las que se han presentado en esta 25ª edición del Festival de Málaga. Al contar un cierto carácter teatral, se necesitaba de un exhaustivo proceso de ensayos para encarar el rodaje con más tranquilidad.
Ignacio Nacho: “Sí, tuvimos la fortuna de poder ensayar mucho más de lo que te permiten otro tipo de producciones. En el cine desgraciadamente no se considera tan necesario que los actores ensayen. Durante muchos años los directores estaban exclusivamente a los aspectos técnicos. Se daba por hecho que el elenco no necesita ni pautas, ni consignas, ni elementos motivacionales. Nosotros lo hemos trabajado justamente a la inversa. Le hemos dado importancia a los protagonistas y hemos orquestado todo como si fuese la producción de un espectáculo teatral. Esto agiliza el proceso una barbaridad. Que todos vayamos sabiendo dónde tenemos que ubicarnos y lo que decir era esencial”.
Mara Guil: “Cuando llegamos al rodaje tenía la sensación de estrenar. Quería hacerlo todo pronto para que no se perdiese eso que habíamos trabajado previamente. Llegas a grabar, además, con esa sensación de disfrutar y de que no va a fallar nada. Tienes que dejar que pase la magia, pero supone mucha más tranquilidad y disfrute”.
Un rodaje en espacios reducidos
Salva Reina ya sabe lo que es rodar una película en espacios reducidos. Solo hay que recordar su excelente participación en la película Con quién viajas, dónde todo sucedía en un coche. Ahora, en Isósceles nos adentramos en una casa para vivir múltiples situaciones entre unas pocas paredes.
Ignacio Nacho: “Tiene más pros que contras. Para el espectador ofrece menos versatilidad paisajística. A nosotros nos ofrece el poder centrarnos en un punto desde el que se desarrollan instantes de la película. Como no hay elipsis y todo transcurre en una hora y media real de la vida de tres individuos, no hay alteraciones lumínicas y todo tiene el mismo tono. A nivel técnico es más rápido de rodar”.
Ignacio Nacho acostumbra a escribir textos potentes que no requieren de transformaciones posteriores. Sin embargo, tanto Salva Reina como Mara Guil pudieron estudiar pequeños matices junto al director.
Salva Reina: “Una de las grandes bazas de Nacho es el guion. Sus historias se basan en la escritura. En esta ocasión ha sido un poco valiente y en los ensayos nos dio cierta libertad para, si algo no resultaba natural, estudiarlo y modificarlo, pero siempre respetando su decisión”.
Mara Guil: “Me pasa con los textos de Nacho que es como si veo un Picasso e intento ponerle un elemento de más. Creo que hay una obra de arte compacta y entera. Para mí no hay una coma de más. En mis manos tengo un tesoro y tengo que dar todo para que resulte natural, de corazón y con alma. Cuando estudias arte dramático estás deseando que te den un personaje así”.
Salva Reina: “Es un proceso tan complicado en una película tan pequeña y difícil de levantar como esta. Esa cercanía nos ha permitido quedar en nuestras casas y estar cerca y en combinación constante. Todo eso nos ha ayudado en esta producción. La unión hace la fuerza”.
La valentía de afrontar la producción de Isósceles
Isósceles es una de esas películas que, a pesar de no contar con un presupuesto elevado, es capaz de generar entretenimiento de calidad en la sala.
Ignacio Nacho: “Yo siempre abogo por fomentar el arrojo. Son inversiones fuertes y no es fácil. Tampoco hay que depositar toda la responsabilidad en los productores. Hay productos muy valientes que salen a la luz y luego la gente no va a verlos. De alguna manera no te vas a empeñar en vender una película concreta si luego no hay nadie que la respalde. Yo creo que lo que sí es importante es que existan este tipo de producciones para que las películas no estén supeditadas al factor dinero. Cualquier movimiento asociado al cine implica movimientos relevantes. Pero no es lo mismo invertir 150.000 euros que tres millones. A mí Isósceles me hubiese gustado verla cuando yo todavía no había hecho ninguna película. Por la sencilla razón de que al verla concibo la posibilidad de poder hacer cine. Si voy a ver La guerra de las galaxias me queda muy lejos. Que un chaval que estudia cine y vea nuestra película fomenta su creatividad y le da alas. Si eres capaz de escribir algo no tienes que imaginar cosas grandilocuentes para hacer un producto potente”.
Salva Reina: “Nosotros somos una productora pequeña y esta película la hemos levantado casi a pulmón. Hacer esta cinta nos ha costado mucho más trabajo que otras personas generar un largometraje de tres millones de presupuesto en la que no han invertido dinero personal. Fernando Colomo me comentaba hace un tiempo que siempre iba a haber dos locos que quisiesen contar una historia y dos amigos suyos que les quisiesen grabar. Al final eso es el cine. Tener una historia y disponer del arte visual para transmitirla”.
Mara Guil: “En relación esto que dicen ellos también están esos productores que te trastocan y te dicen cómo tienen que hacer las cosas. Se creen con derecho a decidir sobre el público. Fíjate con Isósceles en los dos pases que hemos hecho lo bien que han acogido los espectadores una historia diferente y especial. Muchas veces maltratamos al público en mi opinión diciendo que algo no va a funcionar. Yo siempre pongo el ejemplo de que nuestros padres vieron Twin Peaks. Una serie transgresora que la veían todas las familias y que a todo el mundo le gustó. Muchas veces creemos que algo no se va a entender y no se da la oportunidad de ver si sorprende”.
Y aunque todos los rodajes entrañan dificultades, rodar Isósceles ha sido una grata experiencia para los tres protagonistas.
Mara Guil: “Me lo pasé muy bien rodando mi entrada a la casa porque es muy espectacular. Nacho me decía que me buscase una música que me motivase mucho. Trabajando con ellos siempre te ríes”.
Ignacio Nacho: “Cuando intentamos ponernos serios es muy gracioso. Estamos al borde de una frase absurda, pero nos conocemos muy bien. Si observas la situación desde fuera conceptualmente todo es absurdo porque el cine de por sí es una cosa desquiciante”
Salva Reina: “También al tener un proceso de ensayos tan largo te van quedando frasecitas y cuando llega el momento de grabar lo tienes que aplicar. También hemos tenido muchos problemas que no quitan que el conjunto haya sido muy bonito”.