Raphaëlle Pérez (Raphi) es la actriz protagonista de la película de Adrián Silvestre Mi vacío y yo. El filme ha tenido gran repercusión dentro del 25 Festival de Málaga, obteniendo el Premio Especial del Jurado. Durante el certamen tuvimos ocasión de charlar con Raphi. Con una energía desbordante, la intérprete nos ha contado algunas claves de un rodaje que no fue sencillo. Sin embargo, se ha generado un resultado final poderoso sobre la búsqueda de la identidad y las relaciones entre seres humanos.
Si algo destaca en Mi vacío y yo es esa naturalidad y realidad con la que se representa cada una de las secuencias.
“Quisimos mostrar una realidad pura, desde mis vivencias y experiencias. La película se basa en los textos que yo había escrito al principio del tránsito. Sigo escribiendo porque la vida continúa y yo no dejo de hacer relatos. En la cinta no hay artificios ni trucos. Obviamente hemos rodado con actores profesionales, pero la base de las situaciones es real.
Todo comenzó en I-vaginarium
Adrián Silvestre conoció a Raphaëlle Pérez a través de los talleres de cine que el cineasta realizó en una asociación que vela por dar información rigurosa a todas las mujeres transexuales.
“Ha sido muy natural y muy bonito. Nos conocimos hace cinco años en una asociación que se llama i-vaginarium. Adrián contó que quería impartir talleres de cine porque su objetivo era rodar una película. De ahí surgieron a la vez Sedimentos y Mi vacío y yo. Hemos desarrollado un vínculo bastante rápido porque nos entendimos muy bien y eso ayuda a conectar”.
Comenzar en el mundo del cine ha sido una experiencia enriquecedora para Raphaëlle Pérez, puesto que todo ha resultado novedoso.
“Yo de cine no tenía idea. Estudié diseño de moda, pero es otro mundo totalmente diferente. Lo bonito es que estoy dejándome llevar y disfrutando de esta experiencia como disfruté del rodaje. Es algo muy emocionante”.
En la película Mi vacío y yo no todo gira en torno al tránsito. También se plasman diferentes sentimientos que quedan muy bien representados a lo largo del largometraje.
“Creo que no va únicamente sobre ser trans. Va más allá, habla de las emociones y de lo que sentimos. Habla de la mirada interior. Ojalá en este sentido pueda ayudar a otras personas a sentirse identificadas con esto. Las experiencias o lo que vamos mostrando en esta película puede hablar a cualquier mujer. Se muestra la búsqueda de la identidad o los ideales que nos meten en la cabeza. También de las relaciones sentimentales entre hombres y mujeres. Mi vacío y yo aborda muchos temas”.
Durante la película, nos encontramos con escenas en las que Raphaëlle Pérez queda con chicos y mantiene conversaciones a través de Tinder. Unos diálogos que para nada fueron creados desde la ficción.
“Son totalmente reales porque son capturas de pantalla que yo había hecho porque encontraba violentas las situaciones. Esas capturas las colgaba en Instagram para mostrar lo que me estaba pasando. Considero que no es un trato normal. Usamos las más destacadas en la película”.
Y es que al otro lado de la pantalla nos encontramos con gente que escribe, “desde el anonimato”, sin pensar en que pueden herir los sentimientos de otra persona.
“A veces está esa hipocresía de decir que no se actúa así con las mujeres trans. Luego, por una parte, solo estás detrás de una pantalla y te puedes poner el pseudónimo que quieras porque nadie te puede ver. Hay gente que se olvida que al otro lado hay una persona que puede sufrir porque está gestionando sus propias emociones. Esto era importante mostrarlo en la película”.
Raphaëlle Pérez y su amor por el arte
Ahora, tras el estreno de Mi vacío y yo, Raphaëlle Pérez quiere seguir aprovechando su pasión por el arte para abordar diferentes campos culturales en los que poder expresarse.
“Cuando me surgió la propuesta de la obra de teatro acababa de empezar Mi vacío y yo. La compañía de teatro y el proyecto de cine fueron de la mano. Sigo escribiendo y tengo una novela a punto de publicarse. También me gustaría seguir desarrollando esta parte creativa. La película se llama Mi vacío y yo y este vacío a veces se llena haciendo cosas que a una le sientan bien”.
