Crítica de la serie Selftape: lo que marca el pasado

Selftape es la nueva serie que Filmin estrenará el 4 de abril y que demuestra que a veces solo tenemos que echar la vista atrás para entender nuestro presente. En esta ficción, con sinceros toques de realidad, Joana Vilapuig y Mireia Vilapuig se atreven a escarbar en vídeos grabados durante su infancia para disponer de un punto de partida que les ayude a entender y conducir sus etapas vitales. Pero aquí no solo se trata de narrar una historia con el fin único de engatusar al espectador.

Selftape tiene mucho de emplear el arte y, en este caso, lo audiovisual como método de sanación para que la creación se convierta en todo un torbellino de creatividad, verdad y valentía. Porque no es fácil abrirte en canal, sin barreras, para que otras personas también se identifiquen con situaciones universales que, en muchos momentos, se alejan de la mera profesión interpretativa.

Somos lo que somos por lo que hemos vivido

Y es precisamente esa verdad que se esconde en cada escena, lo que hace que quedemos embelesados por una trama que no ofrece treguas. Como si de un seltfape propio de cada una de las hermanas Vilapuig se tratase, la serie nos va conduciendo hacia un interesante descubrimiento del interior de cada protagonista. Lo que en el pasado tan solo era un arañazo, de esos que apenas escuecen, ahora ha derivado en algo mucho más profundo que no termina por encontrar motivos pero tampoco por ofrecer soluciones.

Selftape, a lo largo de sus seis capítulos, nos hace recorrer diferentes situaciones que recrean una dureza que la infancia te hace vivir de un modo casi naíf. Pero la madurez te hace ver sombras en sitios que antes solo deslumbraban en tonalidades pastel. La normalidad de aquello que no debería, bajo ningún concepto, ser normalizado, duele. Y Joana y Mireia utilizan el dolor y las dudas para sembrar pensamientos y miradas que terminan por aflorar lo que hay ahí dentro, escondido pero muy vivo.

A pesar de adquirir un tono casi poético, Selftape logra hilvanar una férrea crítica social a partir de un sentimiento de desesperación y un dolor común que aprieta cada vez más. Pero, a medida que el relato avanza, la esperanza nos lleva de la mano hacia un final que supone una erupción de todo lo vivido.

Selftape es una apuesta necesaria

Porque el color casi siempre puede vencer a las sombras y con Sefltape tanto Filmin como Filmax han arriesgado y apostado por un proyecto necesario. Tan necesario que para muchos servirá para abrir los ojos, pensar y replantear el por qué de determinadas acciones, palabras o planteamientos que pueden condicionar toda una vida. La libertad de crear tiene estas cosas, que cuando nadie puede parar tus impulsos terminas por ahondar, como Joana y Mireia, en lugares que antes tenías miedo de visitar. Y qué bonito es abrir la puerta de esas tinieblas, a veces comunes, para que entre un poco de luz que pronto termine por iluminar cada rincón de la memoria.