Escape, la nueva película de Rodrigo Cortés, destaca como una obra única en el cine español, no solo por su temática, sino también por la participación de Martin Scorsese como productor ejecutivo. Este drama carcelario con toques de humor absurdo está protagonizado por Mario Casas, quien interpreta a N., un hombre profundamente afectado por una tragedia que lo ha llevado a querer “escapar” de la vida cotidiana. N. busca refugio en la cárcel, donde espera poder abandonar sus responsabilidades y dejar que el sistema controle su vida. A su lado están su hermana Abril, interpretada por Anna Castillo, y un elenco de destacados actores secundarios como José Sacristán y Blanca Portillo.
Una película basada en la novela de Enrique Rubio
La historia se basa libremente en la novela de Enrique Rubio, aunque Cortés ha adaptado la trama con una visión única y personal. Mientras que en la novela el protagonista es un joven con Asperger, en la película N. representa una metáfora más amplia sobre el deseo de desconectarse del mundo. Para lograr su propósito de ingresar a prisión, N. comete diversos delitos, todo mientras sus allegados intentan ayudarlo, aunque sin saber realmente cómo abordar su situación.
Una mezcla de estilos
Rodrigo Cortés ha creado una narrativa que homenajea al cine carcelario, jugando con los clichés del género para darles un giro absurdo y cómico. Desde sábanas atadas para escapar hasta un póster del acueducto de Segovia, la película combina elementos visuales propios del cine clásico carcelario con un tono absurdo y berlanguiano.
¿Merece la pena Escape?
Escape es una de las películas más esperadas de Cortés, quien vuelve a rodar en español tras Concursante (2007). Esta historia promete ofrecer una reflexión irónica y emocional sobre la libertad, la responsabilidad y el peso de las decisiones, manteniendo al espectador entre el drama y la risa. La película se estrenó en cines el 31 de octubre y nuestra respuesta es sí, merece la pena decantarse por este filme en cartelera.
