El viernes 22 de noviembre, Filmin estrena en exclusiva en España Las desapariciones (The Soul Eater en su título internacional), el nuevo thriller dirigido por el dúo francés Alexandre Bustillo y Julien Maury. Reconocidos por su trabajo en el cine de terror, especialmente con la estremecedora Al interior, Bustillo y Maury se aventuran por primera vez en el género de investigación criminal sin abandonar el toque fantástico que caracteriza su estilo.
¿De qué va Las desapariciones?
Basada en la novela Le Mangeur d’âmes de Alexis Laipsker, Las desapariciones nos lleva a un pequeño pueblo de montaña donde la desaparición de varios niños y un macabro asesinato despiertan la alarma de las autoridades. Para resolver el misterio, dos policías de perfiles opuestos —Elizabeth Guardiano, interpretada por Virginie Ledoyen, y Franck de Rolan, interpretado por Paul Hamy— se ven obligados a unir fuerzas en una compleja investigación que destapará oscuros secretos y antiguas leyendas locales.
Un filme intrigante en Filmin
Después de su estreno mundial en el Festival de Rotterdam y su paso por el Atlàntida Mallorca Film Fest y el Festival de Sitges, Las desapariciones se presenta como una apuesta intrigante dentro del cine policíaco europeo. Con referencias que van desde el clásico francés Los ríos de color púrpura hasta la influencia del thriller estadounidense, los directores crean una historia cautivadora y sombría que explora la maldad humana desde una perspectiva que privilegia el suspense y el desarrollo psicológico de los personajes.
Bustillo y Maury realizaron ajustes en la trama de la novela original, cortando y añadiendo escenas para adaptar la historia al formato cinematográfico de dos horas. “Queríamos que la película destacara por su misterio, el suspenso y las escenas intensas”, comenta Bustillo, quien menciona el equilibrio entre el drama y el entretenimiento como un elemento clave de la adaptación.
La película ofrece una sorpresa especial para los seguidores del cine francés, pues reúne nuevamente en pantalla a Virginie Ledoyen y Sandrine Bonnaire, quienes no compartían escena desde La ceremonia de Claude Chabrol. Para Bonnaire, con una destacada carrera en el cine de autor, esta incursión en el cine de género añade un atractivo especial al film.
