Black Phone es una de las películas de terror del año. Bien es sabido que los espectadores están hartos de escuchar esta frase para posteriormente acudir a la sala y salir profundamente decepcionados en la mayoría de ocasiones. Sin embargo, el nuevo largometraje dirigido por Scott Derrickson y protagonizado por un acertadísimo Ethan Hawke explora más allá del susto para ofrecernos una trama que atrapa. Además, el reparto juvenil también muestra una gran conexión con la historia para acercar de forma sobresaliente el guion a la butaca.
Resulta fácil conectar con el personaje interpretado por Mason Thames
Nada más arrancar Black Phone, ya nos damos cuenta del enorme potencial para evolucionar los arcos narrativos de los personajes que tiene la película. El equipo de guion del filme, comandado por C. Robert Cargill y Scott Derrickson, ha sabido encajar a la perfección todos los elementos dentro de la trama para generar interés. Sin lugar a dudas, el triángulo familiar formado por Finney, Gwen Shaw y su padre, el señor Shaw, hace que entendamos el carácter de los dos jóvenes hermanos.
Por otro lado, en las secuencias que nos trasladan al ámbito escolar podemos apreciar que la vida del protagonista juvenil no está resultando nada sencilla. El acoso es una losa de la que Finney desea escapar. Pero, de momento, no encuentra la fórmula para hacerlo. Temas dramáticos bien pronto comenzarán a mezclarse con buenas dosis de suspense en forma de globos negros y una intrigante furgoneta negra. Numerosas desapariciones nos llevarán a conocer de cerca al malvado raptor interpretado de manera estelar por Ethan Hawke. El actor sorprende de lleno con el papel que le acaba quedando como anillo al dedo.
Un sótano custodiado por un enmascarado Ethan Hawke
Cuando Black Phone llega a la parte central se hace inexpugnable. La trama del filme ya ha logrado adentrarnos en un tenue sótano junto a Finney y ahora también nosotros tendremos que escapar. El filme se convierte en un entretenido scape room en el que el teléfono acapara más sorpresas de las que podríamos pensar en un principio. A medida que el metraje avanza nos damos cuenta de que el terror no es lo más importante. El suspense le gana un pulso al miedo y la película nos va llevando por un sendero que no podemos dejar de observar. Scott Derrickson sabe gestionar los tiempos con maestría para finalizar una obra que destacará a final de año.
¿Da miedo la película Black Phone?
Si antes de ir al cine te preguntas si da miedo Black Phone podemos decirte que sí. Estamos ante una de esas películas que se va haciendo fuerte con el paso de los minutos y que goza de sustos muy bien incrustados en momentos determinantes. Al final, si logras profundizar en el arco narrativo de los personajes con acierto, tienes mucho camino ganado a la hora de afianzar la empatía de los espectadores con lo que se ve en pantalla.