Canallas es la película del director Daniel Guzmán que se estrenará en cines el 1 de abril. Tras el éxito cosechado con A cambio de nada, el director regresa a la gran pantalla con un filme que engancha desde la secuencia inicial. Siete años de trabajo han servido para depurar un guion que nos adentra en una comedia gamberra que nunca baja el pistón. Savia nueva para un género que ha encontrado en el director madrileño un lugar con identidad propia en el que sorprender a los espectadores.
No tuvo que ser fácil para Movistar+ apostar de lleno por Canallas. Sin embargo, solo con valentía se pueden generar películas llenas de personalidad y sentimiento. Pero también resulta complicado decir no a un director como Daniel Guzmán que muestra tanto corazón y empeño en sus trabajos. Podríamos decir que los guiones del madrileño derrochan fuerza, realidad y altas dosis de corazón. Qué alegría poder sentarte en una butaca para respirar realidad, a veces cruda y en ocasiones reconfortante. Al fin y al cabo, el estilo de Guzmán nos hace salir diferentes de la sala a base de identificarnos con personajes que podrían estar en nuestras vidas.
Aunque Canallas pueda parecer una película más alejada de lo sentimental que A cambio de nada, pronto nos damos cuenta de que esto también es una historia llena de alma. El filme pivota en torno a la figura de uno de esos amigos con un punto “fantasmilla” que todos tenemos. Y si crees que no lo tienes, quizás es porque eres tú. Una representación del español pícaro que con el paso de los años aspira a petarlo y que, en el fondo, sabe que sus mayores triunfos residen en contar con familiares y amigos que le quieren.
Joaquín González va ganando crédito con el paso de los minutos de metraje y no tarda mucho en convertirse en ese personaje que a veces no te cae bien, pero del que una vez le conoces ya no te quieres separar. Bueno, a veces durante unas horas sí. El propio Daniel Guzmán y Luis Tosar ejercen a la perfección de esos mejores amigos para mostrar, con una naturalidad apabullante, que hasta los momentos críticos no son tan malos si los vives con las personas adecuadas. Por cierto, directores de España, más papeles para Tosar en comedia, por favor.
Las abuelas en el cine de Daniel Guzmán
Canallas es gamberra por sus protagonistas, pero también, en gran medida, por el acertado reparto coral de secundarios. El cine de Daniel Guzmán ya no se entiende sin el rol de la abuela que nos hace amar la vida y al cine. Y es que, aunque solo sea durante 96 minutos, podemos sentir que Esther es nuestra abuela para llenar un vacío que a muchos nos pesa desde hace años. Los dos ancianos del filme destilan tanta ternura que, a veces, hasta duele.
Canallas no es una película perfecta porque tampoco aspira a serlo. Y esta es quizás una de sus mayores virtudes. Porque a veces solamente hace falta ver las ideas desde otra perspectiva, o el reflejo de un espejo para ver sentido a lo que sobre el papel podía parecer una absoluta locura. Y bendita locura la de Daniel Guzmán para regalarnos cine de calidad con elementos de lo cotidiano.
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