Crítica de La Fortaleza: la yincana negra de Chiqui Carabante

La fortaleza es el título de la película de Chiqui Carabante que se ha estrenado en el 19 Festival de Sevilla. El filme mezcla el personal estilo del cineasta malagueño con una trama de lo más entretenida para ofrecernos 90 buenos minutos de comedia negra. Además, el reparto cumple con su propósito y de forma coral nos desvela las entrañas de unos personajes que evolucionan a la par que nuestro interés por esta suerte de yincana.

En La Fortaleza nos encontramos con una presentación de personajes, dinámica y acertada, que nos lleva en volandas al inicio de la trama. El guion de la película no quiere desvelar demasiadas aristas, de estos hermanos, para que sean los propios espectadores los que se encarguen de ir completando un puzle repleto de envidias, avaricia, intereses ocultos y fantasmas del pasado. Sin añadir minutos de metraje innecesarios, el guion rápidamente nos lleva hacia el meollo del asunto.

La casa en la que se rodó La fortaleza es todo un acierto

Otro de los aspectos clave de La fortaleza reside en la acertadísima elección de la casa que alberga el filme. Ubicada en Extremadura, y diseñada por Aníbal González, esta enorme vivienda es un personaje más dentro de la película. Gracias al sobresaliente trabajo del departamento de arte, todas las estancias son el perfecto acompañante para desarrollar escenas en las que los protagonistas necesitaban estar bien integrados en este ambiente misterioso. Así, las ubicaciones contagian de un tono oscuro a una narración que nunca deja de ir de la mano de la comedia para sacar carcajadas a los espectadores.

Una comedia coral en la que todo el cast encaja

En La fortaleza, el trabajo del elenco resultaba fundamental para que el elenco funcionase. Y, por suerte, todo el reparto sabe conectar entre sí para que el juego se desarrolle con efectividad. Fernando Tejero es el inquietante y acertado maestro de ceremonias de un arduo camino en el que todos los protagonistas tendrán que lidiar con distintas situaciones que sacarán a relucir sus luces, pero, sobre todo, sus sombras.

Cada uno de los hermanos Viaplana cuenta con suficiente arco narrativo como para mantener la tensión hasta el final. Lo que parecía un camino hacia un pellizco de herencia, pronto comienza a convertirse en la búsqueda de uno mismo. Quizás son las secuencias entre Arturo y Eduardo, Fernando Cayo y Vito Sanz, las que más risas levantan.

Pero, sin duda, cada miembro del cast plasma detalles que hacen brillar su trabajo. Carla Nieto y Goya Toledo van a más a medida que conocemos más sobre sus personajes y José Manuel Poga saca a relucir una vez más su versatilidad para afrontar cualquier rol con garantías. Por cierto, qué gustazo ver a un actor de la talla de Manuel Zarzo encarnando al padre de los Viaplana.

https://www.youtube.com/watch?v=DBo2xYmron8&ab_channel=FestivaldeSevilla

En definitiva, La fortaleza combina lo mejor del “cine artesanal” de Chiqui Carabante con lo comercial de una comedia negra coral repleta de sorpresas y momentos hilarantes. Ojalá que el boca a boca termine por alzar donde merece a este largometraje una vez se produzca su estreno en las salas de cine.