Entrevista con Olivia Baglivi por la película Libélulas

Olivia Baglivi es una de esas actrices con las que gusta hablar de los proyectos en los que participa. La protagonista de Libélulas nos ha atendido durante el 25 Festival de Málaga para hablar de una película que destaca por contar con mucha verdad una historia que llega al espectador. Con naturalidad y un brillo de ojos que representa el amor por este proyecto, Olivia nos cuenta muchos detalles acerca de un filme que podría perfectamente haber formado parte de la Sección Oficial del certamen.

En Libélulas, las interpretaciones contribuyen a crear esa sensación de tristeza que se queda con nosotros desde el inicio y que permanece durante toda la historia.

“Ya en el proceso lo vivimos muy intensamente. Estábamos rodeadas constantemente de una atmósfera bastante hostil complementada con un halo de tristeza. He visto la película y creo que además la he conseguido ver como espectadora. No solo mirando mi trabajo porque es un largometraje muy potente.”

No ha tenido que ser sencillo para Olivia Baglivi y Milena Smit conseguir generar esa unión entre dos amigas que se conocen desde la infancia. Por ello, ambas actrices han compartido muchos momentos que les han llevado a la verdad que se transmite.

“Ellas más que amigas son familia. Se han criado juntas de verdad y era un punto importante que necesitábamos lograr. Milena y yo nos conocimos hace años en una publi, pero fue solo un día. Nuestra relación personal se ha generado a partir de Libélulas. Es verdad que desde el primer momento que nos juntaron para probar y ver si funcionábamos, porque esto era un pilar fundamental en la película, fue leer dos frases y conectamos muy bien. Además de eso, hemos tenido un proceso arduo de ensayos en los que hemos trabajado mucho el vínculo. Un vínculo que nació de forma natural entre nosotras, pero que había que reforzar con improvisaciones, con música. Ha surgido de la manera más fácil y natural posible. Ambas entendemos el trabajo de la misma manera y a las dos nos llegó hasta las entrañas la película.”

La cámara remando a favor de la interpretación

Los movimientos de cámara y el trabajo de fotografía siempre reman a favor de las interpretaciones en esta película. Sin duda, un aspecto muy importante para que tanto Olivia Baglivi como Milena Smit pudiesen exprimir al máximo su talento.

“Era una bestialidad. Y yo estoy muy agradecida con todos los departamentos y todo el equipo. Esta película solo se podía retratar si estábamos todos a una. Nosotras seguíamos que la cámara nos seguía. Podíamos estar un poco despreocupadas, aunque lógicamente había marcas, para enfocarnos en lo importante. La secuencia de la pelea es a una toma y ahí tenemos la suerte de que el foquista está a foco todo el rato, que Iván como operador de cámara nos estaba constantemente siguiendo.  Ha sido un rodaje muy mágico en este sentido”.

Además, al finalizar la película queda esa sensación de que hemos estado realmente junto a estas dos amigas y que nosotros mismos también las conocemos. Hay muchos matices que solo se generan si hay una búsqueda de identidad previa.

“Me conmueve que te hayas quedado con eso de la película. Creo que es una de las bazas que había. Cuando hay un trabajo previo luego vas al rodaje y está. Nosotras dormíamos juntas todas las noches durante el rodaje y nos hemos vuelto locas con el guion. Terminábamos de rodar y nos ayudábamos mutuamente. He tenido la suerte de llegar a este proyecto que me conmueve. Esa herida que tienen Cata y Álex proviene de un trauma que no está solucionado”.

A pesar de que Libélulas trata un tema que afecta a las generaciones jóvenes, la película también puede servir a muchos padres para entender esas ganas de volar y crecer por parte de sus hijos.

“Creo que en esta película tantos los jóvenes como los adultos están igual de perdidos. No solo habla de una generación de jóvenes perdidos sumidos en las drogas. También tiene que ver con el entorno en el que te crías, con los referentes que tengas.  Lo que le pasa a esta gente es que no pueden elegir porque no hay oportunidades siquiera. Esta película también habla sobre conformarse o no conformarse. Ese momento de la vida en el que tus actos empiezan a pasar factura. Álex le empieza a poner un poco de consciencia a su estar en el mundo. Me daba miedo que a mi personaje se le tachase de egoísta cuando lo importante era ella. Eso no es ser egoísta, es lo más humano que hay”.

Olivia Baglivi y su conexión con Álex en Libélulas

En Libélulas se representa la fuerza de la amistad verdadera por encima de todo. Eso sí, el amor hacia uno mismo siempre se tiene que imponer para sobrevivir con libertad.

“En la película hay un momento en el que le digo que puede odiarme, que puede olvidarse de mí, pero que me voy. Ellas tienen un sueño en común, pero es que al final la vida de uno es la vida de uno. La amistad y la familia tienen que saber velar por ti. Creo que Álex es evidente que está echando a perder su vida de seguir así. El personaje de Milena pronto se da cuenta”.

Y pese a que Olivia Baglivi no ha vivido en su vida muchas de las situaciones que sufre Álex en la película, la actriz sí que ha sabido conectar con el personaje para volar hacia el estado que requería el filme.

“Pese a que las circunstancias vitales y el entorno son distintos a los míos, Álex estaba en mí en algún lugar. Yo he pensado de jovencita eso de no encajar en el colegio, de que quería hacer teatro. Esa ambición de querer encajarte. Pese a que las cosas sean distintas, todos podemos sentirnos identificados con el viaje de Álex, con apostar y equivocarte. Ha sido un proceso natural”.

Apostar por las ideas de directores jóvenes siempre supone un riesgo para las productoras. Sin embargo, Olivia Baglivi valora que se puedan dar oportunidades a estos cineastas, como Luc Knowles, cuyos proyectos resultan tan atractivos para una actriz que ama los retos interpretativos.

“Creo que no somos conscientes del talento que hay en este país. Luc me parece un bestia y tiene un gran recorrido en el cine. Tengo muchas ganas de conocer a más directores como él porque existen. Hay que ser visionario como hicieron desde Clapham para apostar por esta película que podía haber salido bien o no. Pienso que, de tres apuestas, una te sale. Yo estoy contenta de que se nos haya dado esta oportunidad”.

Una actriz que valora cada proyecto

Olivia Baglivi también participa con una producción de Netflix en el 25 Festival de Málaga. Pero, aunque Las niñas de cristal pueda tener más repercusión inmediata, gracias a su estreno en la plataforma, no hace que la participación en Libélulas haya quedado en segundo plano.

“Lo que hay que hacer es contar historias. Milena ha estado muy hábil para no perderse un personaje como el de Cata. No se ha querido perder trabajar con un director que acaba de emerger. Yo no he notado diferencias a pesar de que la otra producción es de Netflix y es mucho más grande. El cuidado y el cariño ha sido el mismo. Me han dado el mismo lugar en Libélulas y me han cuidado para que pudiese hacer genial mi trabajo. En Las niñas de cristal también he vivido un viaje espectacular porque había que entrenar 8 horas diarias dos meses antes del rodaje. En Libélulas tengo un personaje precioso que es un gran escaparate y que me da la oportunidad para demostrar mi trabajo”.