Libélulas es la primera película del director Luc Knowles que se estrenará en cines el 16 de septiembre. El filme, protagonizado por Milena Smit y Olivia Baglivi, nos narra una historia cargada de elementos para atrapar al espectador. El guion va de la mano de las interpretaciones y encuentra en el apartado visual el mejor acompañamiento para generar verdad en escenas que dejan huella tras su visionado.
Nada más arrancar el primer plano de Libélulas ya nos damos cuenta de que los personajes de Álex y Cata tienen un inmenso arco narrativo por evolucionar. Los planos fijos se combinan con la cámara en mano para ir adentrándonos en un universo del que cada vez nos resulta más difícil salir. Curioso, puesto que esto precisamente es el sentimiento sobre el que va oscilando una trama que en todo momento se muestra solvente.
La importancia de los ensayos para fortalecer vínculos
Se nota que Olivia Baglivi y Milena Smit lograron crear durante el proceso de ensayos la conexión necesaria para brillar en pantalla. Durante toda la película, Libélulas mantiene un halo de tristeza que da muestras de que aquí las cosas no marchan bien. El miedo a la pérdida sigue frenando el vuelo de quién necesita escapar para evitar una explosión interna inabarcable. La luz de amaneceres y atardeceres se funde con certeros diálogos que se vuelven más ásperos a medida que hay que tomar una decisión determinante.
Producir películas con personalidad entraña sus riesgos. Sin embargo, Libélulas es uno de esos ejemplos que muchas productoras deberían tomar como referencia para abrir la puerta, sin miedo, a directores jóvenes que necesitan hueco en el cine. Luc Knowles ha logrado llevar el talento mostrado en publicidad y videoclips a la gran pantalla para dar sello de identidad propio a su ópera prima.
La cohesión de todo el equipo de Libélulas
Generar una película con la intensidad que muestra Libélulas solo es posible si todo el equipo rema en la misma dirección. De hecho, en el último tercio de la película nos encontramos con una discusión entre las dos protagonistas que denota la cohesión por parte de cada departamento para tomar decisiones. Una toma que se ejecutó de manera única en plano secuencia y que muestra todas las aristas de las dos protagonistas. Sin montajes ni artificios. Bastó la fuerza interpretativa y un certero seguimiento de cámara para imponer el mensaje sobre el resto.